Paige Steele llega a casa borracha tras una cita pésima, pero su compañero de piso, Steve Rickz, sabe cómo animarla. La inclina y la folla brutalmente a cuatro patas antes de que ella lo monte como una profesional. Paige le hace una mamada intensa y luego se la mete hasta el fondo en la postura del misionero hasta que se corre por todas partes. Comienza una noche salvaje de sexo, mamadas y eyaculación.