Sadie Rose, una esposa rubia y ardiente, no tiene suficiente polla. Es insaciable, siempre con ganas de más. Hoy, cabalga a su amante como un caballo salvaje, llevándolo hasta el fondo en todas las posiciones: misionero, perrito, lo que sea. ¿Pero su favorita? Una mamada húmeda que lo hace explotar. Su marido observa, disfrutando cada segundo mientras Sadie recibe una corrida interna.