Pensó que solo estaba ayudando a una amiga, pero la cosa se puso fea. Apareció su novio, y antes de que se diera cuenta, estaba inclinada, recibiendo su gruesa polla hasta el fondo del culo. No era un favor cualquiera; la estaban follando con fuerza, gimiendo y pidiendo más. Su amiga la observó, excitada por la escena, mientras convertían una quedada informal en un trío apasionado.