Abella Danger despierta de un sueño húmedo, con su coño adolescente palpitando. "Joder, estoy tan cachonda", gime, frotándose el clítoris. Se imagina como una estrella de Brazzers, recibiendo ese facial con el que siempre ha soñado. Abriéndose de piernas, empieza a masturbarse, imaginando que es una estrella porno follándola. La intensidad aumenta, llevándola al límite. Se corre con fuerza, gritando: "¡Joder, sí!"