En un mundo invadido por zombis, nuestra tetona heroína, con un cosplay sexy, toma el control. Lo quiere duro, profundo y hasta el final. El sexo anal es su especialidad, y no le da vergüenza. Tras una cabalgada salvaje, nuestro chico termina con una corrida interna caliente. Un festín sexual de Resident Evil en su máxima expresión.