En el sudoroso vestuario del gimnasio, un deportista musculoso ve a un jovencito guapo mirándose la polla. "¿Quieres aprender a recibirla como un hombre, chico?", sonríe con suficiencia, empujándolo contra las taquillas. De rodillas, el jovencito empieza a chuparle la enorme polla. El deportista lo dobla, metiéndole la polla a pelo hasta el fondo para una follada a pelo intensa. Los gruñidos resuenan mientras el jovencito aprende a recibirlo todo, gimiendo por más.