Cuando estos adolescentes fueron arrestados por fraude con tarjetas de crédito, nunca imaginaron que su castigo sería una salvaje sesión de sexo grupal. Cuando los chicos sugirieron "quizás podamos pagarles de otra manera", el escenario estaba listo para un intenso maratón de sexo anal y sexo adolescente. Estos adolescentes apenas mayores de edad recibieron una dura lección de sumisión, siendo follados y azotados en todas las posiciones imaginables. Con sexo duro y orgasmos a gritos, aprendieron que el crimen sí paga.