Presentando la segunda parte: mientras mi ingenua novia y mi despistado padrastro disfrutan de su programa de televisión, me escabullo para encontrar a mi madrastra latina tetona en lencería sexy. Su sensual melena morena y su estatus de esposa caliente me vuelven loco. Como en los viejos tiempos, follamos salvajemente, justo delante de sus narices. Es una emoción secreta, el tabú perfecto.