A esta patinadora le encantan las pollas tanto como su tabla. Mírala rodear con sus labios la gruesa polla de Kai, haciéndole una mamada que te hará erizar los dedos de los pies. Lo cabalga como si estuviera practicando trucos, moviendo el culo en vaquera y marcha atrás. Dándose la vuelta, se la mete a fondo en estilo perrito, demostrando que es la zorra definitiva dentro y fuera de la rampa. Los tailslides nunca se sintieron tan bien.