En la segunda parte, el jefe, todavía cabreado, dobla a su secretaria en medias, recibiendo su culo en una follada brutal a cuatro patas. Ella es su esclava, su penetración anal es una dura lección de política de oficina. La agarra del pelo, tirándola hacia atrás para destrozarle la boca, convirtiéndola en su juguete sexual personal.