Una tetona se cuela en la consulta de su terapeuta, con ganas de algo más que charlar. Se arrodilla y le hace una mamada húmeda. Él la inclina sobre el sofá, embistiéndola a cuatro patas antes de ponerla boca arriba para un final misionero, llenándola de leche. Esta sesión de sexo amateur es la terapia en su máxima expresión.