¡Joder!, esta vecina rubia acaba de entrar pavoneándose con lencería nueva, con ganas de follar. Esta guapa amateur no perdió el tiempo, cabalgándome la polla como una profesional. También le encantaba a cuatro patas, gimiendo y pidiendo más a gritos. ¿Quién iba a decir que la vecina era tan rara entre las sábanas?