Conocí a una chica en la gasolinera y me dijo que me haría una mamada si la llevaba a casa. Una cosa llevó a la otra, y la estaba taladrando al misionero y luego a cuatro patas. Le encantó esa polla negra, y terminamos follando hasta bien entrada la mañana. ¿Adivina quién llegó tarde al trabajo? ¡Valió la pena!