Mientras mis padres dormían, mi hermanastra cachonda, una rubia, se coló en mi habitación. Al principio amateur, enseguida dominó mi polla. La mamada que siguió me dejó en el cielo. Esta chica se volvió loca, ofreciéndome todos sus agujeros para que los follara. ¡Joder, fue una locura! Spirite Moon no tenía nada que envidiarle a esta noche.