En unos bulliciosos grandes almacenes asiáticos, una vendedora atractiva necesita satisfacer a más que solo a los clientes. Se arrodilla y le hace una mamada húmeda al guardia de seguridad en plena zona de ventas. Él la inclina sobre el mostrador, follándole el culo apretado profunda y duramente a plena vista. Ella se sube encima, a la vaquera, antes de que él la gire para la postura del misionero, llenándole el culo con cada embestida. Comprar se ha vuelto mucho más sucio.