Caminando por las calles de Lima, vi a Valentina, una amateur gordita tatuada con un culo enorme. Estaba dispuesta a un casting, así que encontramos un sitio y ella se lo metió como una profesional. Esta chica sabía cómo manejar una polla, y su cuerpo grande y hermoso era irresistible. Gimió como loca mientras la penetraba por detrás, convirtiéndolo en un polvo que ninguno de los dos olvidaría.