Becky Summer, mi hermanastra, que está buenísima, me pilló apostando otra vez. Para que dejara de jugar, me apuesta una mamada irresistible. Tras algunas reticencias, gano un buen dinero, y ella cumple: al estilo POV amateur. Me monta como una profesional, con unas habilidades de mamada impecables. El misionero nos remata, ambos sudando y satisfechos. ¡Joder, sí!, la mejor pérdida de apuestas de mi vida.