Está inclinada sobre el sofá, con ese culo sexy de amateur suplicándomelo. No soy su papi, sino su padrastro, y no puedo resistirme a ese culo estrecho. Gime mientras le hago una mamada brutal a cuatro patas, sin que su madre se dé cuenta, trabajando hasta tarde. Le encanta, esa traviesa frotándose contra mí, recibiendo hasta el fondo del culo como una profesional. Joder, su culo es el paraíso, y no voy a parar hasta llenarlo de lefa.