Una jovencita de 18 años te muestra su linda sonrisa y su cuerpo sexy, retándote: "No te toques la polla, grandullón, hasta que yo toque la mía". Desliza sus manos por sus curvas calientes, haciéndote sudar y desearla aún más. ¿Puedes contenerte? El juego ha comenzado, y va en serio.