El novio de mamá la pilló desprevenida, inclinada en la cocina. Le bajó las bragas de un tirón, dejando al descubierto su enorme culo negro. Con una sonrisa, deslizó su polla amateur en su estrecho ano, follándola con fuerza en la postura del misionero. Esta sesión anal casera fue brutal, dejando a mamá gimiendo y pidiendo más. Disfrutó cada segundo de su brutal e implacable penetración.