Ese manitas bien dotado no podía creer su suerte cuando la estrella porno Bella abrió la puerta, ansiosa por un polvazo interracial. Soltó sus herramientas y hundió su polla monstruosa en su estrecho ano, haciendo que Bella gimiera como una perra en celo. ¡Ningún trabajo de reparación había terminado tan sucio!