Prometió mantenerlo en secreto, chupándosela profundamente al mejor amigo de su novio. Su fetiche por el peligro la hizo chupar con más fuerza, desesperada por su leche caliente. Él gimió, llenándole la boca mientras ella tragaba cada gota, sus sensuales labios lo ordeñaban hasta dejarlo seco en la mamada más traidora.