¡Joder! No se suponía que me corriera dentro de ella, pero mi idiota lo hizo. Mi hermanastra me estaba montando, con las tetas rebotando, y me volví loco. Ahora está flipando, meneando el culo mientras corre al baño. Un error de principiante, pero maldita sea, ese punto de vista del misionero fue una locura. Su coño casero se sentía demasiado rico. Supongo que hoy ambas estamos aprendiendo.