Pillado con las manos en la masa robando un Uber Eats, este desconocido recibió una comida más caliente de lo que esperaba. La tetona dueña de la casa lo atrapa y exige un trato justo. Él paga, llenándole el coño con su enorme polla negra, a cuatro patas. Sus enormes tetas rebotan mientras ella toma cada centímetro de su enorme polla, castigándolo de la mejor manera.