El casero está en casa, hay que pagar la renta, pero esta pareja tiene otros planes. Lo invitan a pasar, dejando caer toallas, presumiendo de su sensual trasero casero. Resulta que son bisexuales y están listos para jugar. Se arma un trío espectacular, donde todos se llevan su parte. Es una mezcla ardiente de placer y gemidos, un día de renta que este casero no olvidará.