Una tetona rubia amateur se encuentra en una playa soleada, desesperada por algo de acción. No es tímida, se desnuda y usa su consolador favorito a plena luz del día. A esta chica cachonda le encanta el misionero, follándose como una profesional, dando un espectáculo a cualquier afortunado transeúnte. Jugosa e insaciable, le encanta provocar a la gente junto a la playa.