Yura, una guapísima amateur, rebosa de atractivo sexual con su disfraz de monja, mostrando sus partes íntimas durante una sesión de fotos sórdida. Esta belleza japonesa de 23 años lo único que importa es el dinero, cabalgando pollas a lo vaquera y recibiendo una corrida cremosa a lo perrito. Es un placer intenso que te dejará con ganas de más.