Mi madrastra milf, cachonda, me pidió ayuda con su nuevo teléfono, pero sabía que solo quería mi polla dura. Se agachó, mostrando ese culo de adolescente amateur, pidiendo a gritos una buena follada anal. Esta mierda casera se puso muy caliente, rapidísimo. Le di una lección que no olvidará, cogiéndole el coño apretado como una profesional.