El chico no sentía mi masaje tailandés, así que esta morena amateur tuvo que chuparle la polla. Duro y casero, me atraganté con esa polla como una profesional. Nada de estudio sofisticado, solo placer puro en nuestro acogedor cuartito. Mi coño asiático esperó, pero su fantasía de mamada llegó primero. Escupir y sorber, así es como nos va.