El vecino llama a la puerta, pide verduras, pero tengo antojo de su polla. Me la mete a cuatro patas, y la guapa estrella porno de al lado se la mete con fuerza. Empezamos con una mamada, con sus manos agarrándome el culo. Con las tetas cubiertas de semen, me deja sonriendo, follada a lo bestia.