Tirado en el sofá, relajándome con mi hermanastra, pensé que veríamos una peli. Pero cuando esta morena amateur con sus shorts tan monos se inclinó para coger el mando, vislumbré sus tetas finas y respingonas. Se dio cuenta de que la miraba y, con una sonrisa pícara, decidió regalarme un espectáculo casero que jamás olvidaría. ¡A la mierda con la peli! Esto era mucho mejor.