Ansiaba más de una polla, así que esta guarrilla invitó a dos sementales a una cabalgada salvaje. Se la follaron en misionero, luego a cuatro patas, taladrándole el estrecho ano. Se la chupó a ambos, turnándose para hacerles garganta profunda. ¿El final? Una corrida facial de ambos, dejándola cubierta de semen, sonriendo como la guarrilla que es. Doble polla, doble diversión.
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