En el parque Ibirapuera, este tipo se lleva un regalo de San Valentín: una zorra brasileña cachonda, aficionada al porno pero experta en chupar pollas. Se arrodilla, hace una mamada brutal y luego se inclina para una follada a cuatro patas. Esta zorra no es ninguna estrella porno, pero folla como tal. Un día de San Valentín inolvidable, en pleno corazón de São Paulo.