Kat Marie, una belleza morena y tetona, entra en el salón de masajes, desesperada por un masaje especial. El masajista empieza con profesionalidad, pero Kat tiene otros planes. Se pone en vaquera, frotándose contra él hasta que le ruega que la folle duro a cuatro patas. A continuación, se pone en misionero, con sus tetas rebotando con cada embestida. Ella se la chupa, sus labios se cierran alrededor de su polla. Finalmente, él se corre profundamente en ella, dejándola con una corrida interna que no olvidará.