Eva Myst se lleva una sorpresa cuando su despistado hijastro entra en la habitación de hotel equivocada. La encuentra inclinada, con el coño mojado y lista. Este encuentro amateur se convierte en una cabalgada salvaje, con Eva tomando el control en vaquera antes de pasar al misionero. La acción casera es cruda, real y desesperadamente excitante.