En el calor de la mañana, pillé a mi vecina y a mi hermanastra duchándose. Estas morenas traviesas pensaron que estaban solas, pero me colé para echar un vistazo. De repente, estaba metida hasta las pelotas en un trío amateur apasionado. Coñitos adolescentes apretados y mamadas húmedas me despertaron al instante. Empezó una follada intensa, convirtiendo nuestra ducha en el lugar más húmedo de la casa.