El día de su boda, la novia no pudo resistirse al mejor amigo de su marido. Lo metió en un motel barato, presumiendo su trasero de esposa caliente en su cara. A cuatro patas, a lo vaquera, lo montó como una profesional, incluso le hizo una paja húmeda para terminar. «Infiel nunca se sintió tan bien», gimió, follándolo hasta que ambos explotaron.