Daisy Phoenix, una morenaza espectacular, se encuentra de rodillas, mirando fijamente una polla tan enorme que empequeñece su bonito rostro. La rodea con sus labios, haciendo una mamada descuidada como una profesional. Esta chica sabe cómo trabajar una polla, montándola como una vaquera antes de darse la vuelta para una intensa penetración a cuatro patas. Sus gemidos resuenan mientras toma cada centímetro, demostrando que el tamaño no le asusta.
Visitar el sitio de patrocinador