El marido de Savannah Watson duerme mientras su hijastro se desliza en la cama. Este festín amateur empieza con una mamada silenciosa, y luego ella se sube para una cabalgada vaquera. Sigue la postura del perrito, con el cornudo aún dormitando. Los gemidos de Savannah corren el riesgo de despertarlo, pero ¿a quién le importa? ¡Esto es una pasada!