Después de sacar una buena nota en sus exámenes, mi linda hermanastra quería celebrar. Lo que no sabía es que tenía preparada una sorpresa casera y brutal. Entró, inocente y desprevenida, y se encontró de rodillas, haciéndome una mamada amateur. No pude contenerme y le cubrí la cara con mi semen, convirtiéndolo en un día inolvidable.