Una amateur ardiente quiere un masaje sensual y provoca a su hermanastro con un reto: "Frótame el culo, pero no te atrevas a follarme". Él está dispuesto, pero esta acción brutal y casera se intensifica rápidamente mientras ella se restriega contra él, suplicando por más. Sus gemidos llenan la habitación, volviéndolo loco. ¿Resistirá su tentación?