Es una morenaza espectacular, un polvo amateur perfecto. A cuatro patas, suplica: "¡Vamos, hermanastro, fóllame el ojete! ¡Me muero por esa polla!". Estilo perrito casero en su máxima expresión, gime, sintiendo cada centímetro. "Me voy a correr sobre esa polla", promete, empujándola como una profesional.