Follar con mi jefa rubia amateur al aire libre fue una locura. Tiene un culo que no para, una auténtica puta. Sé que está mal, pero joder, ese culo de gordita era demasiado bueno como para dejarlo pasar. Encontramos un sitio tranquilo y le di duro a ese culo gordo como si no hubiera un mañana. Le encantó, gimiendo y pidiendo más. El sexo en público nunca se sintió tan bien.