Abella no pudo resistirse al padre de su mejor amiga, pues siempre lo pillaba mirándola fijamente. Un día, lo sorprende, se arrodilla y le hace una mamada inolvidable. A esta morena le encanta chupar pollas, y se nota. Él la inclina, follándola a cuatro patas, y sus habilidades amateurs brillan mientras ella se la mete en cada centímetro.
Hermosa