Una japonesa cachonda, recién llegada al mundo del sexo, se mete en una polla enorme como una profesional. No para de reír y gemir, chupándosela en una mamada amateur cachonda. Cuando él está listo para correrse, se arrodilla, ansiosa por esa corrida facial pegajosa. Su semen le cubre la cara como la guinda de un pastel. Le encanta lamer sus labios, jugar con el semen. ¡Menudo ángel tan guarro y amante del sexo anal!