Una universitaria guarrilla de Recife no se cansa de la polla monstruosa de su amigo. Un tipo le mete la pata en el culo y a ella le encanta. Las imágenes filtradas no muestran piedad, solo diversión cruda y brutal. Espero que la habitación esté insonorizada, porque está gritando. Necesitaré una fregona para ese épico final de tarta de crema.