Una zorrita cachonda, cachonda como una cabra, arrastra a un afortunado al teleférico, levantándose la falda para enseñarle su respingón al pueblo. Anhela una polla como si fuera su última comida, gimiendo a gritos mientras él se la folla en público sin que le importe nada. Lleno o no, esta zorra exhibicionista no parará hasta correrse sobre él. ¡Un polvo perfecto en la montaña! ¡Este viaje te hará desear estar allí!
eine geile Maus die möchte ich gerne auch mal.......