Josephine Jackson estaba cachonda y decidió darle un capricho a su hombre. Empezó con un masaje, deslizándole las manos por el cuerpo y untándole aceite. Luego bajó, presionando su cuerpo tetona contra él mientras lo tomaba en la boca. Le hizo una mamada intensa y brutal, con la lengua trabajando su miembro hasta que sintió que se acercaba cada vez más al clímax. Aumentó la intensidad, llevándolo al límite con una potente eyaculación. Josephine se sintió satisfecha y lista para más sexo duro.