En plena noche, la cucharita se convierte en sexo, ya que este tío cachondo no puede mantener la polla dentro de los pantalones ni un minuto. Se baja las bragas, se mete la polla, y de repente, es un festín de sexo a medianoche. El tío no tiene nada de tranquilidad, pero su chica no se queja: disfruta de cada embestida. ¡Menuda llamada de atención!