La bhabhi desi ya no aguantaba más, su coño pedía a gritos una buena follada. Por suerte, su cuñado estaba cerca, listo para satisfacer sus antojos. Agarró su polla, sintiéndola palpitar en sus manos. La embistió con fuerza, haciéndola gemir como una perra en celo. Este era el tipo de follada con el que había soñado, y por fin lo estaba consiguiendo.